viernes, 12 de febrero de 2016

Segunda Sesión Comisión Parlamentaria 21/01/2016 LEVANTE-EMV Un ex alto cargo admite que una baliza habría podido evitar el accidente del metro


El exdirector de Transportes Vicente Dómine deriva diez años después en el exconseller fallecido García Antón el control sobre FGV - La exgerente de Ferrocarrils Marisa Gracia niega que se adoctrinara a los técnicos


Los cuatro máximos responsables con poder de decisión en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en 2006, cuando se produjo el accidente del metro del 3 de julio, -Vicente Dómine, Marisa Gracia, Vicente Contreras y Francisco García Sigüenza- comparecieron ayer en las Cortspara ofrecer su versión sobre el siniestro y la gestión posterior que hizo el Consell. Sus versiones siguen intactas diez años después. Cualquier fisura en sus declaraciones podría acarrear (a Dómine y Gracia) una imputación, ya que la investigación judicial sigue abierta.


De ahí que centrifugaran las posibles responsabilidades que se les pudiera exigir como directores de orquesta del ferrocarril valenciano, que ostenta el dudoso honor de haber sufrido el accidente de metro más grave de la historia de España. Contreras y García Sigüenza, que intentaron declinar su asistencia, comparecieron para negarse a declarar ya que son dos de los tres imputados en la causa judicial que investiga la muerte de 43 personas.



La única grieta en la versión oficial («accidente imprevisible e inevitable por exceso de velocidad y culpable el maquinista fallecido») se produjo en las respuestas de Vicente Dómine, director general de Transportes y vicepresidente de FGV (1996-2011) quien admitió que «una baliza habría aumentado la probabilidad de que no se produjera el accidente».



Es la primera vez en diez años que un alto cargo de la Generalitat de aquella época admite este hecho. Aunque acto seguido recordó que «la seguridad total y completa no existe. Es una entelequia». Y citó como ejemplo el último accidente sufrido por un tren de alta velocidad en Francia, el pasado 14 de noviembre entre París y Estrasburgo, «con 11 fallecidos en el que hubo un fallo en el sistema de seguridad ERTMS (European Rail Traffic Management System), el más seguro, por un exceso de velocidad. Por eso tenemos ese desasosiego de qué hacemos, qué hacemos», defendió. A Dómine se le olvidó precisar que este último siniestro se produjo con el tren en pruebas y el ERTMS desconectado.



También se cuidó mucho de desligarse sobre cualquier responsabilidad respecto a la seguridad ferroviaria. «Mis competencias en FGV no tenían nada que ver con la operación ferroviaria. Me limitaba a tratar cuestiones de coordinación de tarifas, del transporte metropolitano y de las nuevas líneas que se iban construyendo». Ni siquiera admitió que la ex gerente, Marisa Gracia le rindiera cuentas. «Ni política, ni jerárquicamente dependía de mi. FGV no dependía de la dirección general de Transportes», defendió. De ahí se deduce que Dómine deriva la supervisión directa sobre la gestión en FGV sobre el conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón, fallecido en agosto de 2009. El ex director general incluso negó que cobrara por su asistencia a los consejos de administración de FGV, a pesar de que la gerente justificaba como «dietas» gastos de 1.000 a 1.500 euros en cada reunión, según la documentación a la que ha tenido acceso Levante-EMV.



Tampoco se considera «responsable política» ni técnica del accidente la gerente de FGV durante el accidente, Marisa Gracia, que sólo dimitió en 2012, tras 9 años en el cargo, «porque no me sentía respaldada por el consejo de administración, creía que mi etapa en FGV ya había acabado y no quería participar en el ERE». Gracia sí que desveló que en 2006 «puse mi cargo a disposición de los que me nombraron, pero el conseller [García Antón] me dijo: «No te vas a ir y esto lo vamos a llevar entre los dos». Y volvió a defender que «hubiera sido una irresponsabilidad irme en ese momento, el más duro y doloroso para FGV». La exgerente incluso defendió la polémica asesoría de la consultora H&M Sanchis a los técnicos de FGV, días antes de la anterior comisión en las Corts. «No hubo adoctrinamiento. Simplemente se contó con una empresa que ya estaba contratada desde 2004 para asesorar a unas personas que no estaban acostumbradas a hablar en público y para que supieran cómo era una comisión de investigación».



Gracia entregó a las Corts el acta notarial en la que todos los técnicos participantes en la reunión niegan que se les adoctrinara. «Las causas del accidente las determinó el comité de seguridad en la circulación, formado por técnicos y los sindicatos, tras la lectura de la caja negra, la noche del accidente». La ex gerente ni siquiera admitió las irregularidades en este último hecho, que acabó con los datos originales de la caja negra borrados. «Se hizo en presencia de un policía judicial y de los sindicatos».

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