viernes, 12 de febrero de 2016

Quinta Sesión 12/02/2016 EL MUNDO Un director de FGV a Marisa Gracia: "Lo del libro de averías está solucionado"

Un director de FGV a Marisa Gracia: "Lo del libro de averías está solucionado"

El ex jefe de seguridad revela una conversación que apunta a una posible desaparición intencionada del libro de reparaciones del tren
El testimonio de Arturo Rocher, jefe de seguridad, es determinante para concluir que pudo haber ocultación de pruebas



La desaparición del libro de averías del tren siniestrado y la entrada furtiva de personas en la unidad la noche posterior al accidente son dos de las sombras que han persistido durante años en la investigación del accidente del Metro de Valencia que el 3 de julio de 2006 le costó la vida a 43 personas. Esta mañana el testimonio de quien fuera jefe de seguridad de Metrovalencia en aquel momento,Arturo Rocher, ha sido determinante para concluir que las autoridades de la empresa pública pudieron participar en la ocultación de pruebas.
Rocher ha sostenido ante la comisión de investigación de las Cortes Valencianas que él, personalmente, escuchó una conversación entre la entonces gerente,Marisa Gracia, y el director de Explotación, Vicente Contreras, en la que éste manifestó a su superiora: "El tema del libro de averías está solucionado". Según Rocher, el encuentro entre ambos se produjo en el vestíbulo del puesto de mando del equipo de seguridad al frente del cual se encontraba él mismo.
También reveló Rocher que su equipo detectó por las cámaras de seguridad que personal de Ferrocarrils procedente de los talleres -los reconocieron por el mono azul de trabajo que vestían, aunque no averiguaron su identidad- accedieron de noche a la unidad siniestrada, que supuestamente permanecía precintada por orden judicial en las instalaciones de Valencia-Sur. "Era de noche y las cámaras no permitían ver la cara", relató, "pero es claro que se produjeron intrusiones en la unidad precintada".
¿Cuál era el objetivo de aquellas visitas furtivas? Arturo Rocher dijo desconocerlo. "Lo notificamos a nuestros superiores pero nos indicaron que no le diéramos importancia", aclaró. De ahí que no se ordenara una investigación ni sobre la desaparición del libro de averías, ni sobre la violación de la custodia judicial del material siniestrado. Según su relato, no se les dio ninguna instrucción sobre la custodia del vagón accidentado, ya que "no había preocupación de lo que pudiera ocurrir con la unidad"
Este directivo, despedido dos veces de la empresa por sus superiores y vuelto a readmitir por orden judicial -actualmente sigue en la empresa- aportó detalles muy concretos de cómo se organizó el "adoctrinamiento" a los técnicos de FGV que tuvieron que comparecer en 2006 en la primera comisión de investigación del accidente. Rocher participó en aquellas dos reuniones -el 24 y el 25 de julio de 2006- y guardó la documentación aportada por la empresa contratada y pagada con dinero público para construir la "verdad oficial" de que el siniestro se debió a un accidente por el exceso de velocidad del maquinista.
Esta mañana, Rocher ha relatado los demoledores párrafos en los que se conminaba a los técnicos a memorizar respuestas "cocinadas" para las preguntas que se les formularían en aquella primera comisión. Aquellas dos reuniones se produjeron en el despacho de Marisa Gracia, la gerente que el Gobierno regional del PP mantuvo en su puesto hasta que EL MUNDO reveló parte de las actas de aquellas reuniones en las que la empresa experta en comunicación y propaganda HM&Sanchis trabajó a sueldo de la Generalitat. En aquellas dos citas participaron, además de Marisa Gracia y Vicente ContrerasFrancisco García Sigüenza (ex director técnico), Manuel Sansano (ex director de Operaciones), Juan José Gimeno Barberá (ex jefe de área de Seguridad en la Explotación), Sebastián Argente (ex jefe de la Línea 1), Domingo Alepuz (jefe del Taller de València Sud), el asesor jurídico Noé Gutiérrez y, circunstancialmente, el asesor de prensa Juan Carlos Murillo.
"Nos presionaban metiéndonos miedo", ha dicho Rocher, "con la amenaza de que podíamos quedarnos sin trabajo o ir a la cárcel por lo que sucedió". Respecto a la documentación que se les entregó con preguntas y respuestas "cocinadas", ha explicado que se les dio "el primer día y en el primer momento", y en ella ya se decía que debían transmitir que la causa había sido el exceso velocidad; que no había habido deficiencias técnicas ni dejación de responsabilidades, y que debían trasladar la sensación de que la línea era segura, según recoge la agencia Efe. Por parte de HM&Sanchis acudieron Jorge Feo y Antonio Rodríguez.
Ha asegurado que se les metió "miedo" diciéndoles que en función de lo que declararan en la comisión parlamentaria podían ser despedidos o incluso acabar en la cárcel, y ha indicado que se preparaban baterías de preguntas que los comparecientes tenían que responder según unas directrices. Como prueba de esas presiones, el compareciente ha explicado que tanto Sebastián Argente como Manuel Sansano, se llevaron "una bronca monumental" por no responder lo que se había establecido, hasta el punto de que ambos "se bloquearon y no pudieron continuar".
En esas dos reuniones, que se desarrollaron en jornadas de mañana y tarde, también se les instó, según Rocher, a no hablar de las balizas, de las revisiones de los trenes y del estado de la vía, y ha dicho que él tuvo la ventaja de no ser directamente adoctrinado pues no tenía "vinculación directa con la seguridad en circulación". Ha considerado que en FGV había "más interés por ocultar que por saber" la verdad sobre el accidente, y ha destacado que durante la custodia del vagón siniestrado se detectaron intrusiones nocturnas "extrañas" de trabajadores de la empresa al tren.
Preguntado por los planes de emergencias, ha indicado que los simulacros siempre se hacían en las líneas 3 y 5, y que hacían visitas formativas con los bomberos en la línea 1, la última un mes y medio antes del accidente, lo que les ayudo mucho el día del siniestro. También ha destacado que la empresa ascendió a aquellas personas que participaron en las comparecencias "en mayor o menor cuantía", y ha señalado que había instrucción de que se destruyera la unidad siniestrada en el momento que hubiera una resolución judicial, como así fue.

http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2016/02/12/56bdfbafe2704eaa3f8b469a.html

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