jueves, 3 de junio de 2010

Manifiesto concentración 3 mayo 2010

En el seno de la AVM3J, hay un sentimiento generalizado de indefensión. Este sentimiento es perfectamente justificado, dadas las malas condiciones jurídicas y políticas en las que el accidente ha sido tratado. No se trata solo del derecho individual que toda víctima o sus familiares tienen a saber, es también un derecho colectivo que hunde sus raíces en la historia del accidente, para evitar que pueda producirse otro en el futuro. Como contrapartida a la justicia penal y política, al Estado le corresponderá velar por las exigencias incumplidas y las promesas comprometidas por nuestro Gobierno Valenciano para con las víctimas y usuarios.
La justicia es necesaria, pero eso si una justicia implacable e imparcial. Una justicia imprescindible para la reconciliación de los familiares y accidentados con la justicia. Hay que conocer la verdad global, pero también la culpabilidad individual, cada hombre o mujer muerta, cada persona herida, los familiares de cada muerto, merecen la verdad para enfrentarse al futuro; una verdad concreta que describa causas, responsables y cómplices. La justicia y reparación son necesarias junto a la verdad para superar el sufrimiento de la desgracia.
La Justicia con mayúsculas llegara cuando la responsabilidad se pida a nuestros Gobernantes. Así como la reparación irreparable, el día que los propios responsables reconozcan sus faltas y errores en la gestión del accidente y de la propia FGV. La satisfacción irreparable significa que la Gerencia de Ferrocarriles reconozca su mala gestión responsable del accidente. Que el Conseller de Infraestructuras Sr. Flores reconozca su equivocación y error consentido al mantener en el puesto a la Gerente de ferrocarriles Mª Luisa Gracia. Que los responsables de seguridad asuman su culpabilidad por el mal trabajo realizado. Que los sindicatos nos digan por que tras los primeros escarceos y tras lograr reivindicaciones económicas se callaron y no pidieron justicia para sus compañeros, presentando denuncias ante las autoridades Fiscales de Seguridad en el trabajo. Que se reconozca el teatro montado y las falsedades preparadas por orden de la Gerente Srª Gracia que se dijeron ante el simulacro de comisión montado en Las Cortes. Y sobre todo que el Presidente Sr. Camps, reciba a todos los accidentados y familiares de fallecidos que lleva en su corazón. Los saque del corazón, los reciba, cuente la verdad de lo sucedido, sus causas por la no inversión poniendo los medios conocidos y usados en otras líneas, pida perdón y asuma la mala gestión causante de esta desgracia. Reproche públicamente a sus gallitos del corral, los que están aquí y los que pasean por Madrid, que se ufanaron públicamente y dijeron que al ganar las elecciones, los valencianos les habían absuelto. Nadie responsable puede ser absuelto de esta masacre irreparable, al igual que nadie puede ser perdonado de lo no reconocido.
Mientras estas reivindicaciones y las otras que hemos ido enumerando en estos casi cuatro años, cuarenta y cinco meses, o 1358 días, desde el accidente no se cumplan, seguiremos reivindicando su cumplimiento.
La verdadera sabiduría de la aplicación justa y eficiente de la Ley descansa en la manera inteligente y creativa en que el aplicador interpreta no sólo los textos legales sino sobre todo los hechos y los actos a los que dichos textos se refieren, pero en este caso la Juez solo supo leer como validos los documentos intimidatorios, y preparados por FGV contrarios a la realidad del accidente, presionada presuntamente por las autoridades corresponsables, sin entrar en la falta de seguridad admitida, con lo que hace que las víctimas sean todos los usuarios.
Dado que las leyes están para cumplirse por todos, los administradores de Justicia tienen la obligación de hacer algo sustancial a favor de las víctimas, las únicas no responsables, pasajeras y sujeto de esta catástrofe. Deben tener la valentía de señalar la causa real, sin desvincularse acusando al conductor, mero intermediario de su propia desgracia.
Nada honesto ni siquiera legal, justifica la decisión de la Juez en este caso.

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